El matrimonio de Karen y Leonel en Lurigancho-Chosica, Lima

La crónica de nuestro matrimonio

¡Y llegó el gran día! Es increíble ver como pasa el tiempo y darte cuenta de que el día que tanto soñaste por fin ha llegado. Mi esposo y yo soñamos y planificamos tanto nuestra boda, ambos estuvimos involucrados en cada detalle, el 24 de Julio todo salió como esperábamos, tuvimos la boda que soñamos, fue un día mágico, maravilloso e inolvidable.

Alquilamos la casa de nuestros sueños, estuvimos allí con nuestras familias desde el día viernes, dos días exactamente antes de la boda. Esos días fueron de un poco de tensión porque mi vestido no estuvo listo para el día que quedaron así que tuvimos que correr de un lado a otro. El sábado almorzamos en familia, pasaba la tarde, llegó la noche y vimos como iban armando todo para el gran día. Era hora de ir a dormir y realmente no tenía sueño, hasta que me fui pensando en cómo sería aquel domingo tan esperado. Amaneció, todos corriendo de aquí para allá, yo dormí plácidamente y desperté como a las 9:00 am, y a comenzar a prepararse. Vino el maquillador (Alberto Leon) súper recomendado, totalmente profesional y empático, no pude almorzar, apenas comi unas conservas de durazno. Comenzaron las llamadas, los mensajes. Se acercaba la hora, llegó el fotográfo con su equipo (Julio Carnero) realmente gente muy linda, desde Julio hasta sus asistentes. Estuve muy serena en la sesión de maquillaje y con mi mamá, veía por la ventana como las damas, familia, niños corrían de aquí para allá para terminar de alistarse, todo estaba lindo y yo tranquila, hasta el momento que papá venía por mi. Yo sabía que el lloraría al verme y para mi sería imposible dejar de hacerlo, Julio me dijo "Karen hasta ahora todo ha salido bien, tranquila, natural, el maquillaje recuerda", fue en vano, mi papá y yo nos vimos, y era como cuando venía por mi al colegio de pequeña, el comenzó a llorar, yo me emocioné y nos abrazamos fuertemente, respiré profundo y salí de su brazo rumbo a la ceremonia. Me llevaron en una combi vintage que contratamos, realmente un éxito, me encantó ir en ese auto y Mario el dueño una gran persona. Llegamos a la ceremonia, vi a mi damas, damitas, a toda la gente, amigos, que alegría. Comenzamos a caminar un poco rápido con mi papá hasta que alguien nos dijo "vayan más lento". Llegué frente a mi esposo, estaba hermoso, mi papá me entregó y empezó lo que siempre había soñado, mi sueño se estaba cumpliendo, dimos el gran sí y reímos, yo hasta lloré. Luego salimos, nos esperaron las burbujas, fuimos a hacer la sesión de fotos y el resto simplemente felicidades y gratitud a Dios. Tuvimos lo que soñamos, muchas personas nos dijeron que fue una boda de cuento de hadas y nos felicitaron, la recreación increíble, divertida, emotiva y luego a seguir soñando.