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Matrimonio

20 poemas de amor para su matrimonio civil y religioso

Porque la unión de sus vidas merece una ceremonia inolvidable. Descubran los poemas de amor que harán que su matrimonio civil y religioso sea único.

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Wilder Canto Fotografía

Tanto si su matrimonio civil es su única ceremonia, como si será el preámbulo de su boda religiosa, este es uno de los momentos más importantes de su vida y vale la pena hacerlo diferente y emotivo. ¿Qué tal si alegran el corazón de su persona favorita con un poema de amor? Un buen ejemplo son los más bellos poemas de amor de poetas peruanos, así como con poesías de otras partes del mundo, no hay nada más bonito que escuchar de quien amamos unos versos portadores de emociones verdaderas, promesa de una unión eterna e indisoluble.

¿Se animan a leer un bonito poema de amor en su matrimonio civil? Aquí tienen no solo versos de amor cortos, sino poemas de amor largos, a cuál más capaz de expresar la dimensión de sus sentimientos. ¡Están a tiempo de escoger el suyo!

El significado de un ‘te quiero’ en poemas de amor cortos

Las palabras y las frases de amor bonitas para dedicar que se dicen con el corazón son inconfundibles y trascienden el tiempo y las circunstancias. Si no, que lo digan los y las poetas que han plasmado en estrofas y versos de amor en rima, emociones que aún hoy evocamos. Para conmover a su futuro esposo o esposa en la ceremonia civil o para recordar las razones de su matrimonio en un poema de amor para aniversario, tomen nota de estos versos de amor corto para conquistarse una y mil veces.

Pareja frente con frente muy romántica de recién casados

1. En palabras breves, Marco Antonio Corcuera.

En palabras breves y silencios largos,
lo que yo te quiero no hay cómo expresarlo:
ni lo puede el alma,
ni lo dice el labio,
ni lo canta el beso,
ni lo llora el llanto.

Lo que yo te quiero
es para rezarlo a oscuras y a solas
con temblor de manos,
fijo el pensamiento,
los ojos cerrados,
recorriendo el hilo
lento de un rosario
en el que las cuentas fingen, fulgurando,
lágrimas que llegan
con hondo cansancio
como condenadas
a seguir pasando
sin que nunca puedan secarse en los labios.

2. Te quiero, Mario Benedetti.

Tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos,
te quiero porque tus manos trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y
todo y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada,
te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía, tu boca no se equivoca,
te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice
y todo y en la calle, codo a codo somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo, porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aureola, ni cándida moraleja
y porque somos pareja que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso,
es decir que en mi país la gente viva feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice
y todo y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos.

Recién casados dándose su primer beso en ceremonia de matrimonio

3. ¿De qué modo te quiero?, Elizabeth Barrett Browning.

¿De qué modo te quiero? Pues te quiero
hasta el abismo y la región más alta
a que puedo llegar cuando persigo
los límites del Ser y el Ideal.

Te quiero en el vivir más cotidiano,
con el sol y a la luz de una candela.
Con libertad, como se aspira al Bien;
con la inocencia del que ansía gloria.

Te quiero con la fiebre que antes puse
en mi dolor y con mi fe de niña,
con el amor que yo creí perder al perder a mis santos…
Con las lágrimas y el sonreír de mi vida…
Y si Dios quiere, te querré mucho más tras de la muerte.

4. Dame la mano, Gabriela Mistral.

Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...

El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.

Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza
en la colina y nada más...

5. Exacta dimensión, Juan Gonzalo Rose.

Me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas…

y más precisamente:
me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas
cuando llega el verano…

y más precisamente:
me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas en las tardes de enero
cuando llega el verano

y más precisamente:
me gustas porque te amo.

Poemas de amor que resumen el sentimiento

Cuatro letras que abarcan una inmensidad. El amor lo es todo y a la vez evoca algo único para quien lo experimenta. Quizá, en su caso, el amor fue a primera vista y supieron desde el comienzo que no encontrarían una persona igual en todos los posibles universos. O puede ser que su amor haya madurado, como el vino, y que solo el tiempo lo haya afianzado. Lo cierto es que para cada tipo sentimiento, hay un poema de amor. Y con cada unión de versos, en un poema para enamorar o en un poema para dedicar al amor de su vida, podrán descifrar su amor particular y ¡expresarlo!

Pareja en su matrimonio tomados de la mano y sonriendo por detrás unas escaleras en un parque de Lima

6. Es el amor, Manuel Moreno Jimeno.

1
Es el amor
Son tus pupilas incandescentes
Clavadas en las mías
Es tu luz que llega y me socava
Es tu fuego enemigo que me destruye

Ahora no hay piedad para mi olvido
No hay refugio para mi sombra
No hay soledad que me devore
En la entraña del corazón

Estoy perdido en tus cielos fulgurantes
No sé qué camino tomar
Cuál es la ruta de mi alma

Al fuego persistente de la tempestad que abres
Todo mi ser se conmuta

Vulneras mis vigilias y mis sueños
Y estoy como el delirio
Cegado por la tiniebla ardiente

2
Es el amor
Es el amor
La garra potente del amor
El pico arrebatado del amor

Nadie sabe de dónde surten tus relámpagos
Qué amenaza descubre tu presencia despierta tu furor
Quién propaga tus llamaradas impetuosas.

7. Amor, Salvador Novo.

Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.

Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.

Amar es percibir, cuando te ausentas,
tu perfume en el aire que respiro,
y contemplar la estrella en que te alejas
cuando cierro la puerta de la noche.

8. Canción de amor, Rainer María Rilke.

¿Cómo sujetar mi alma para que no roce la tuya? ¿Cómo debo elevarla hasta las otras cosas, sobre ti? Quisiera cobijarla bajo cualquier objeto perdido, en un rincón extraño y mudo donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse.

Pero todo aquello que tocamos, tú y yo, nos une, como un golpe de arco, que una sola voz arranca de dos cuerdas. ¿En qué instrumento nos tensaron? ¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido? ¡Oh, dulce canto!

pareja tomada de las manos delante del altar en forma de arco con flores durante su matrimonio

9. Tu luz llega, Manuel Moreno Jimeno.

Tu luz llega,
Irresistible
Única

Levanta mi tenaz tristeza
Cava mis oscuros silencios
Hiere implacable mi sombras

Caigo vencido
Al borde de tus triunfales resplandores.

Me cubren ya
Los cielos que desde ti descienden.

Tu luz penetra
Inexorable
Onda

Tras la enardecida aurora
despierta el día en mi corazón

10. Cuando por fin se encuentran dos almas, Víctor Hugo.

Cuando por fin se encuentran dos almas,
que durante tanto tiempo se han buscado una a otra entre el gentío,
cuando advierten que son pareja,
que se comprenden y corresponden,
en una palabra, que son semejantes,
surge entonces para siempre una unión vehemente y pura como ellas mismas,
una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo.

Esa unión es amor,
amor auténtico, como en verdad muy pocos hombres pueden concebir,
amor que es una religión,
que deifica al ser amado cuya vida emana
del fervor y de la pasión y para el que los sacrificios
más grandes son los gozos más dulces.

Poemas de amor para matrimonios ¡amores inequívocos!

En cada uno de estos versos de amor para hombres y mujeres encontrarán la expresión de emociones certeras y sin cuestionamientos. Porque el matrimonio es la más absoluta de las decisiones, dedíquense en su boda civil un poema romántico que no deje lugar a dudas, así como las mejores canciones románticas para dedicar. Manifiesten con uno de estos versos bellos de amor un compromiso tan férreo como el sentimiento que lo origina. ¡Se lo merecen!

Novios abrazados con los ojos cerrados en una situación romántica donde el novio besa la frente de su novia

11. Fui yo quien de los dos amó primero, Christina Rosetti.

Fui yo quien de los dos amó primero,
después tu amor se alzó y tan desmedido
fue su canto que ahogó el dulce sonido del mío.
¿Quién dio más? Fue duradero mi amor,
desbordó el tuyo su venero un instante.

Te amé y te he comprendido,
me amaste tú por lo que soy y he sido.
Peso y medida para el verdadero amor no cuentan.
“Tuyo” y “mío” son palabras que no entiende.
Separados el amor alza el vuelo.
Dos es uno y uno es dos en amor,
ambos fiados en la fuerza y sentido de esa unión.
Nosotros somos del amor ese Uno.

12. Yo no necesito tiempo, Pedro Salinas.

Yo no necesito tiempo para saber cómo eres:
conocerse es el relámpago.
¿Quién te va a ti a conocer en lo que callas,
o en esas palabras con que lo callas?

El que te busque en la vida que estás viviendo,
no sabe mas que alusiones de ti,
pretextos donde te escondes.
Ir siguiéndote hacia atrás en lo que tú has hecho, antes,
sumar acción con sonrisa, años con nombres,
será ir perdiéndote. Yo no.

Te conocí en la tormenta.
Te conocí, repentina,
en ese desgarramiento brutal de tiniebla y luz,
donde se revela el fondo que escapa al día y la noche.

Te vi, me has visto, y ahora,
desnuda ya del equívoco,
de la historia, del pasado,
tú, amazona en la centella,
palpitante de recién
llegada sin esperarte,
eres tan antigua mía,
te conozco tan de tiempo,
que en tu amor cierro los ojos,
y camino sin errar, a ciegas,
sin pedir nada a esa luz lenta y segura
con que se conocen letras y formas
y se echan cuentas y se cree que se ve quién
eres tú, mi invisible.

13. Cien Sonetos de Amor, Soneto II, Pablo Neruda.

Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,
¡qué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.

En Taltal no amanece aún la primavera.
Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,
juntos desde la ropa a las raíces,
juntos de otoño, de agua, de caderas,
hasta ser solo tú, sólo yo juntos.

Pensar que costó tantas piedras que lleva el río,
la desembocadura del agua de Boroa,
pensar que separados por trenes y naciones
tú y yo teníamos que simplemente amarnos,
con todos confundidos, con hombres y mujeres,
con la tierra que implanta y educa los claveles.

Novio besando en su cabeza a la novia durante su matrimonio

14. Si me quieres, quiéreme entera. Dulce María Loynaz

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…

15. En la tierra veloz, Eugenio Montejo.

Sólo quise estar vivo para amarte
en la tierra veloz. Aquí, a tu lado,
siguiendo el vuelo de esta esfera que gira
detrás de un sol demasiado remoto.
Sea lo que alcance el tiempo que nos dieron
los dioses o el azar, sea lo que quede
de lumbre en nuestra lámpara indecisa,
mi deseo está aquí, no en otro mundo,
junto a tus manos, tus ojos y tu risa,
junto a los árboles y el viento
que acompañan tu paso por el mundo.
Sea quienquiera que apure las estrellas
y nos haga nacer o desnacer,
sea quienquiera que junte nuestros cuerpos,
aunque no dure nada este relámpago
y la tierra veloz nos borre el sueño.

Poemas para el amor de su vida: eternidad que se promete y se declara

¿Será su amor capaz de superar los límites de este tiempo y espacio? Aunque nadie sabe qué ocurrirá después, sí es posible presentir cuando una relación no acabará jamás. Si sienten que este es su caso y quieren decirlo con poemas románticos cortos, estos son los versos de amor para hacerlo.

Desde el uruguayo Mario Benedetti y sus poemas de amor, hasta los autores clásicos de poesía y poemas escritos por mujeres, sus estrofas pueden ser poemas de amor para matrimonios cristianos o lecturas bonitas y emotivas para su boda civil. Cada estrofa interpreta y transmite el deseo de una unión eterna y trascendente.

Novios en su matrimonio mirándose con amor a los ojos

16. Rima XCI , Gustavo Adolfo Bécquer.

Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.
¡Todo sucederá!
Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.

17. Cien Sonetos de Amor, Soneto XLIV, Pablo Neruda.

Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es un ala del silencio,
el fuego tiene una mitad del frío.

Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía.

Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos la mano de la dicha
y un incierto destino desdichado.
Mi amor tiene dos vidas para amarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.

18. Por siempre, Mario Benedetti.

Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría nuestro amor.

Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños, la que me da la alegría...

Si el mundo no girara o el tiempo no existiese,
entonces, jamás moriría Jamás morirías tampoco nuestro amor...
pero el tiempo no es necesario
nuestro amor es eterno
no necesitamos del sol
de la luna o los astros
para seguir amándonos...

Si la vida fuera otra
y la muerte llegase
entonces, te amaría hoy, mañana...
por siempre... todavía.

Novios en su matrimonio bajo un arco floral abrazados y mirándose a los ojos delante de un arco de flores primaveral

19. Cien Sonetos de Amor, Soneto XVII, Pablo Neruda.

No te amo como si fueras rosa de sal,
topacio o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

20. Te quiero, Julia de Burgos.

Te quiero
en los arroyos pálidos que viajan en la noche,
y no termina nunca de conducir estrellas a la mar.

Te quiero
en aquella mañana desprendida del vuelo de los siglos
que huyó su nave blanca hasta el agua sin ondas
donde nadaban tristes, tu voz y mi canción.

Te quiero
en el dolor sin llanto que tanta noche ha recogido el sueño
en le cielo invertido en mis pupilas para mirarte cósmica,
en la voz socavada de mi ruido de siglos derrumbándose.

Te quiero
(grito de noche blanca...)
en el insomnio reflexivo
de donde ha vuelto en pájaros mi espíritu.

Te quiero...
Mi amor se escapa leve de expresiones y rutas,
y va rompiendo sombras y alcanzando tu imagen
desde el punto inocente donde soy yerba y trino.

Leer uno de estos poemas de amor en el matrimonio civil y/o religioso no solo será una linda sorpresa para su pareja, sino también para sus invitados y testigos de la boda civil. Sin embargo, si aún no se casan y están buscando un poema de amor para su novia o novio, también son la selección de poemas de amor perfecta. Y si se animan a tener una boda religiosa, no dejen de leer los mejores poemas de amor para la ceremonia. ¡Que esta poesía para matrimonio sea la primera de muchas dedicatorias de aniversario!

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