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Matrimonio

Los gastos de matrimonio: tradición versus realidad

Toda inversión que emane de su gran día tiene que ser asumida por alguien. Padres, padrinos y claro, los propios novios. Conoce qué dicta la tradición y cómo ajustarla a su realidad.

Ronald Barrós

La iglesia, el bouquet de novia, el auto de los novios, las flores y hasta la torta de matrimonio tiene un número al costado cuyo precio debe ser costeado por alguien. ¿Pero quién? En la época colonial y hasta republicana el novio solo llegaba con su anillo de compromiso. Eran los padres de la novia, provenientes de familias tradicionales y adineradas quienes asumían los costos al 100% de la boda de sus hijas. Pero el tiempo no pasa en vano y cada vez, en sintonía a las dinámicas contemporáneas, son las propias parejas las que rompen el chanchito para pagar todo a medias. Eso no significa que en algunas regiones de nuestro país, por ejemplo, los padrinos jueguen un rol más protagónico dentro del presupuesto de las bodas. Recordamos que muchos de estos gastos también pueden ser compartidos y asumidos en pareja. Todo dependerá de la tradición, de cómo lo quieran llevar a cabo. Por tal motivo, los invitamos a conocer algunas tradiciones vigentes para que procedan con conocimiento de causa cuando algún familiar, dama o padrino desee ser su potencial mecenas. 

Los aros de matrimonio

Las argollas de matrimonio hoy en día son compradas por los novios. Pero dado que se trata de un objeto preciado y significativo que los futuros esposos portarán el resto de sus vidas tiene mucho simbolismo que ambos los elijan y compren de manera equitativa. Algunas familias muy tradicionales por su parte, heredan los aros de la abuela o bisabuela a sus hijos.

Los padrinos y los aros de matrimonio

Se está permitido que los padrinos de los novios sean quienes costeen los aros de sus ahijados. Es una tradición arraigada sobre todo en las familias del interior del país a la que posiblemente no deseen renunciar.

Dinamo Productora

Los trajes de los futuros esposos

Por lo general la novia asumirá el costo de su hermoso vestido de novia con encaje, el peinado y su ramo de flores naturales y todos los complementos de su outfit. Mientras tanto el novio desembolsará los soles para comprar su elegante traje. Pero podemos encontrarnos también ante otra situación en la que los padres de cada uno se adjudiquen la inversión, muy felices. Pero es un cuadro menos común.

El matrimonio religioso

Toda inversión que emanaba de la apertura del pliego matrimonial religioso, la decoración de iglesia para boda y el coro, durante décadas estuvo en manos de la novia. Si desean seguir la tradición, ya saben quién deberá hacerse responsable.

La madrina y las flores

Está contemplado que las madrinas suelan asumir los costos de los arreglos florales para boda de la iglesia, no los rechacen si se los ofrecen.

Di Natale Photo

El matrimonio civil

Así como el religioso quedó en manos de su amada, el civil, la apertura del expediente, todo papeleo y hasta la decoración para matrimonio civil residirá dentro del presupuesto del novio.

Los registros fotográficos y de video

En el pasado no había una preocupación tan grande como la existe hoy por el registro fotográfico y video reportaje. En todo caso, era asumido por los padres de la novia como parte de sus responsabilidades para con su hija mujer. Es así que, en algunos casos, puede ser costeada por algunas novias, pero dejando en manos de su futuro esposo otros gastos importantes. Pero no se asusten ya que lo cierto es que en la actualidad ambos se despojan de la costumbre pagando el servicio 50-50.

La recepción y fiesta

La realidad es que tanto el novio como la novia pagan su banquete y fiesta. Desde los centros de mesa para boda, el buffet, pastel, DJ y “hora loca incluida”. Pero, eso no quita que algún padrino, sobre todo en las familias más costumbristas de nuestro querido Perú, sean los dadivosos padrinos quienes maten los lechones, paguen la orquesta y se pongan las cajas de cerveza. Tradición que no se impone, sino por el contrario es ofrecida por el padrino y madrina como gratitud.

Meliá Lima

La luna de miel

Del mismo modo que algunas novias pueden asumir el servicio audiovisual de su gran día los novios son los que se encargan de la inversión en el viaje de luna de miel. Aunque es visto que, en algunos casos, la pareja puede recibirlo como regalo de bodas por parte de sus padres o padrinos.

Los partes de matrimonio correrán por parte de los novios, así como sus recuerdos de bodas. Ni qué decir sobre el vestido de novia que seguramente preferirás elegir a tu antojo sin restricciones. Lo sustancial es que ambos estén abiertos ante sus potenciales bienhechores, padrinos, mejor amiga, mamá, papá o hermanos y sepan manejar la diplomacia para recibir sus aportes, sin exigencias. Y sobre todo, sin herir susceptibilidades y la buena voluntad. La gratitud será su mejor aliada.